Niuyorquina Bar. |
Por Liliana López
García
Fotos: Cortesía
Diana Alarcón
Hace unos días mi socio de Brillos
y Centellas Marco Antonio Angeles Bonfil y yo asistimos a la apertura de Niuyorquina,
un bar ubicado en la colonia Condesa de la ciudad de México (a un costado del
Plaza Condesa), un homenaje a la cosmopolita ciudad de Nueva York.
Llegar a la cita no
fue fácil pues han de saber que Tláloc no ha tenido piedad con los defeños y
aunque de alguna manera estamos acostumbrados que a partir del mes de mayo
llueve todos los días, en los últimos años las lluvias no solo son diarias,
sino que también se presentan hasta cinco veces por día. Una verdadera
pesadilla.
En fin. Instalados en
Niuyorquina Bar recorrimos el lugar para conocerlo a fondo. A los dos nos
encantó la decoración muy al estilo de la ciudad conocida como la gran manzana
y el ambiente amenizado por música en vivo con géneros como el rock, pop, jazz,
indie y funk.
El creador del
concepto de Niuyorquina Bar es el chef Azari Cuenca, quien explicó que el
nombre del lugar es un divertido juego de palabras que por un lado evoca a la
ciudad de Nueva York (su inspiración) y por otro, Quina bar al ser un
lugar especializado en agua quina de diferentes sabores y orígenes para
preparar novedosas bebidas ya que la especialidad de la casa es la coctelería a
base de vodka, ginebra y otros destilados.
¿No se les antoja un coctelito? |
La cocina del lugar
es al estilo americano con recetas clásicas de los bares de Manhattan y Soho
como hamburguesas, alitas de pollo, emparedados y pizzas.
La decoración de
Niuyorquina cayó en manos de los arquitectos Rubén Bross y Alejandro Martínez quienes
reprodujeron el estilo industrial de la gran manzana con materiales como madera re-uso, tubería galvanizada,
bombillas vintage, vigas de acero remachado, ladrillos y amplios ventanales.
Sentados cómodamente
en una mesa y aprovechando la barra libre por la inauguración del bar, le digo
a mi socio de blog que el lugar me relajó. “¿Qué, estás loca?, ¿cuál relax, esto es
pura diversión?”, me respondió. Yo insistí en que me sentía relajada y que mis
broncas en ese momento se habían ido a la China (¿o serían los varios ginebras
con arándano que me zampé?). Él por su parte defendió su postura de que
Niuyorkina Bar es un lugar para divertirse y olvidarte de la rutina.
Ayer alguien me dió
la respuesta a este debáte: tanto el relax como la diversión provocan que te olvides aunque
sea por un instante de los problemas. La diferencia está en lo que cada persona
siente en ese momento y mucho tiene que ver con el temperamento.
Con esto me queda
claro que Marco Patolin es divertido, jovial y le encanta la fiesta mientras
que yo, soy mucho más tranquila y calmada como una abuela aunque para nada
aburrida (ja, ja, ja, si no lo digo yo… ).
Gracias a la PR de Niuyorquina Bar Diana Alarcón por sus atenciones. |