Por Liliana López García
En 1981 si mal no recuerdo, llegó a México procedente
de Puerto Rico un grupo conformado por cinco adolescentes llamado Menudo. Desde
la primera vez que aparecieron en el recordado y tan añorado Siempre en
Domingo, René, Xavier, Johnny, Miguel y Ricky se convirtieron en los ídolos de
la juventud mexicana y más tarde en las estrellas de todo el continente
americano.
La
radio y la televisión mexicana atravesaban por su mejor momento en la historia
musical. Miguel Bosé, Yuri, Amanda Miguel,
Diego Verdaguer, Lupita D´alessio, Rocío Dúrcal, Camilo Sesto y un sin fin de cantantes
procedentes de la madre patria dominaban las listas de popularidad en español.
La ola inglesa, Olivia Newton John, Blondie y una que otra banda gringa hacían también
de las suyas. Bueno, hasta el trío italiano Ricchi e Poveri tuvo sus cinco
minutos de fama gracias al legendario tema Será porque te amo.
Sin
embargo, el mercado juvenil estaba virgen. Ya había aparecido en escena Parchís
y aunque la mayoría de sus integrantes eran unos pubertos, por sus canciones
ñoñas los españolitos eran catalogados como grupo infantil. Los adolescentes no
tenían ídolos, no tenían a quien seguir hasta que un domingo de tantos, Raúl
Velasco anunció en su maratónico programa a la sensación de Puerto Rico y
Venezuela: Menudo.
Los atractivos jovencitos se convirtieron desde el primer
momento en el amor platónico de las adolescentes
mexicanas. Yo fui una de ellas, al ver el rostro de Miguel en la televisión de
mi casa caí redondita y desde ese momento me enamoré de él y soñaba que nos
haríamos novios, nos casaríamos y yo me iría a vivir junto a él a la isla del
encanto. Ja… Pero esa es otra historia.
Empezó
la Menudomanía: sus discos se vendían como pan caliente; revista en la que los
puertorriqueños aparecía, las fanáticas corrían a comprarla; afiches, llaveros,
camisetas y cualquier artefacto donde estuviera grabado el nombre de Menudo y
el rostro de sus integrantes, generaba dinero.
Las
giras y presentaciones de la agrupación no se hicieron esperar. Abarrotaban estadios y auditorios. Sus fanáticas coreaban junto a ellos sus más
grandes éxitos como Fuego, Claridad, Subete a mi moto, Quiero ser y Lluvia, entre muchos otros, los seguían a todas partes y dormían en los pasillos de los hoteles donde se hospedaban sus ídolos.
Puerto
Rico les quedó chico y conquistado México, la internacionalización llegó. Alguno de ustedes queridos lectores recordara que Menudo tenía la regla de oro que
al pasar la adolescencia o cumpliendo los 15 años cada integrante abandonaba
las filas del grupo y era reemplazado por otro más joven.
Todas, absolutamente todas cantamos y lloramos cuando la regiomontana
Karla María apareció en escena cantando Adiós René. Sí, René Farrait fue el
primer Menudo del grupo que llegó a México en abandonar sus filas. Aunque sus
fanáticas decían que ya no sería lo mismo, recibieron con amor a Charlie Masso y lo
mismo fue cuando se fue Xavier Serbia y llegó Ray Reyes. Y aunque para mí
Menudo murió en 1983 con la salida de mi consentido Miguel Ángel Cancel y la llegada de Roy Rosello, la
verdad es que el éxito del grupo creció. Los chicos conquistaron el mercado
anglosajón, grabaron en inglés y portugués y hasta su propio avión se
compraron.